RECORRIDO VIRTUAL POR LA CAPITAL SALTEÑA

Salta capital es ideal para alojarse en ella y disfrutarla a toda hora. Museos, iglesias, edificios históricos, plazas con sus cafés y paseos varios nos permiten ver la influencia colonial, que se aprecia en la arquitectura y en uno de los cascos históricos más protegidos de Argentina.
Plaza 9 de Julio
La Plaza 9 de Julio está ubicada entre las calles Mitre, España, Zuviría y Caseros. Los edificios históricos que la rodean son un tesoro arquitectónico colonial y barroco.
Desde la Plaza 9 de Julio es posible imaginar cada suceso y viajar en el tiempo, es la plaza principal de la ciudad. Nació para ser el centro de todo desde que Hernando de Lerma fundó la ciudad de Salta el 16 de Abril de 1582.
Son característicos los naranjos que la rodean regalándonos su perfume de azahar en las primaveras de Salta.
En el centro de la Plaza se encuentra el monumento al general Juan Antonio Álvarez de Arenales.
Hacia uno de los costados, La Fuente que con la frescura de sus aguas invita a refrescarse a las palomas
habitúes del lugar.
Sus cómodos bancos dispuestos por todos lados, sus árboles, algunos centenarios que vivieron pasar la historia de la ciudad, nos regalan su sombra y un pequeño descanso.
La glorieta, en donde se reúnen los salteños a realizar todo tipo de actividades culturales.
En los alrededores de esta plaza veremos los edificios más importantes de la ciudad, de estilo colonial, como el Cabildo, la Catedral, el MAAM, por supuesto también hay bonitos lugares para comer o tomar un rico helado, y más de 250 árboles que dan una reconfortante sombra en los días más calurosos. Entre ellos, podrás conocer dos árboles típicos argentinos, el Ceibo, que es el árbol y flor nacional y el Jacarandá con su flor color lila.
Lo más bonito de esta plaza es que está muy bien conservada y mantiene su estilo colonial de antaño. Sin duda es al primer lugar que llegan los visitantes.
La Catedral Basílica de Salta
Fastuosa y de una arquitectura barroca, la iglesia Catedral de Salta, imponente con sus pálidos pasteles rosados y celestes es el edificio más destacado del Casco Histórico.
Fue fundada en 1852, se levanta en el solar destinado desde la fundación para la iglesia matriz. Como en todos los trazados de las ciudades coloniales la iglesia ocupaba un lugar relevante en frente a la Plaza principal.
La fachada se enmarca en un estilo italiano clásico, con frisos y cornisas muy trabajadas sobre las que se asientan dos campanarios con arcos que rematan en una cruz de hierro forjado.
De corte basilical y tres naves, posee una ornamentación exuberante en policromías, creando sin lugar a dudas uno de los ámbitos religiosos de mayor fastuosidad en el país. Su altar mayor, de estilo Barroco Tardío es una obre del arquitecto Franciscano Luis Giorgi.
En el templo se encuentra también el Panteón de las Glorias del Norte donde reposan los restos del Gral. Martín Miguel de Güemes, del Gral. Antonio de Arenales, del Gral. Alvarado y de Doña Martina Silva de Gurruchaga, entre otros celebres protagonistas de la historia nacional.
Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941. En el museo catedralicio se pueden apreciar entre otras obras: pinturas, orfebrería, imágenes del Alto Perú y de misiones jesuíticas.
Además, la Iglesia Catedral de Salta, custodia las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, patronos tutelares de la ciudad desde 1692.
Desde entonces todos los 15 de septiembre se renueva el pacto de fidelidad, luego de la multitudinaria procesión en su honor, en donde peregrinos y fieles participan con gran devoción.
El Cabildo de Salta
El Cabildo histórico de la Ciudad de Salta es el más completo que se ha conservado en la Argentina y constituye una verdadera joya arquitectónica del periodo colonial.
El Cabildo fue escenario de las juras de fidelidad a Carlos III, Carlos IV y Fernando VII. Al producirse el grito revolucionario de 1810 gobernaba Salta en representación de la Corona el Coronel Nicolás Severo de Isasmendi, nacido en Molinos (Salta).
En 1936 la pertinente participación del Senador Nacional Dr. Carlos Serrey hizo que el Gobierno Nacional lo recuperara para su posterior restauración, declarándose Monumento Histórico Nacional, bajo la dependencia de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos por ley Nº 12.345.
En su interior se encuentra El Museo Histórico del Norte Argentino, el cual posee nueve salas de exhibición a lo largo de las dos plantas del Cabildo, donde se preservan piezas y pinturas.
Entre las salas más destacadas se encuentran, la sala de Arqueología que exhibe elementos históricos de la Ciudad de Salta y la que expone objetos pertenecientes al General Martín Miguel de Güemes y la sala de Arte Sacro con importante piezas de madera.
Iglesia San Francisco
A pocos metros de la Plaza 9 de Julio, nos encontramos con la llamativa Iglesia de San Francisco.
Los contrastes de colores, terracotas y dorados de la iglesia San Francisco, hacen que se destaquen columnas y elementos decorativos de estilo italianizante y de arquitectura barroca. Es el tesoro arquitectónico de la ciudad de Salta. Su campanario es el más alto de Sudamérica con unos 54 metros de altura. El emplazamiento de esta iglesia ya se encontraba determinado en el acta fundacional de la ciudad en 1582. Aunque el templo que vemos hoy en día no es el mismo, ya que las construcciones no aguantaron el paso de los años.
Don Hernando de Lerma entregó a los Padres Franciscanos una cuadra de terreno para la construcción de su iglesia y su convento.
La primera etapa de la construcción de la iglesia concluyó en el año 1625, luego se comenzó a erigir la actual iglesia con la dirección de Fray Vicente Muñoz. San Francisco sufrió una reforma más en 1870.
El 14 de Julio de 1941 es declarado Monumento Histórico Nacional.
En 1877 se levantó la torre campanario que, con 54 metros de altura, es la más alta de Sudamérica. Entre sus
campanas resalta “Campana de la Patria” fundida con el bronce de los Cañones la Batalla de Salta. Su peso es de 1406 kg.
Convento San Bernardo
El Convento San Bernardo es una de las construcciones más antiguas de Salta que guarda su arquitectura colonial con características de barroco americano. Construido a fines del S. XVI o comienzos del S. XVII. alberga la Ermita de San Bernardo que fue el tercer patrono de Salta en sus albores.
Sufrió los efectos del sismo en 1692, pero fue reconstruida en 1723. En 1782 se edificó a la par un conjunto de salones con galerías para albergar al hospital de San Andrés, puesto a cargo de los Padres Bethlemitas, que luego ampliaron el edificio. Con el paso del tiempo sobrellevo varios inconvenientes y tuvo que cerrar sus puertas, tomando distintos nombres al reabrirlas en 1787 y 1805.
El Hospital fue perdiendo interés, el Presbítero Don Isidoro Fernández, hizo venir de Chile en 1846 unas Monjas Carmelitas Descalzas con el propósito de crear un beaterio al que dio el nombre “Nuevo Carmelo de San Bernardo”.
La primitiva Ermita y el Hospital Anexo quedaron convertidos en el Convento de San Bernardo. La decoración que se realizó en el frente de la Iglesia, fue desarrollada por Isidoro Fernández. En la nueva entrada al convento se colocó una prestigiosa puerta del S. XVIII, que pertenecía la familia de Bernardo de la Cámara.
Fue declarado Monumento Histórico Nacional el 14 de Julio de 1941 por decreto Nº 95687. Se puede apreciar con gusto el resalte de los relieves y molduras gracias a las luminarias.
Monumento al General Güemes
Al pie del Cerro San Bernardo y gobernando la ciudad se levanta el fastuoso y sensacional Monumento General Güemes. El General Güemes está montado sobre un caballo montañés, pequeño, de pecho ancho, fuertes músculos y cabeza vivaz. Las escalinatas y el pedestal fueron construidos con piedras de cerros vecinos.
El monumento fue inaugurado el 20 de febrero de 1931, por el entonces Presidente de la Nación, el Teniente General José Félix Uriburu.
Se eligió esta ubicación, al final del Paseo Güemes a los pies del Cerro San Bernardo, porque fue allí donde el general cayó por primera vez de su caballo mientras cabalgaba herido de bala a la cañada de la Horqueta, donde murió unos días después.
Cerro San Bernardo
Con una caminata, o en auto o en un moderno medio de elevación “el teleférico”, es posible arribar a la cima del Cerro San Bernardo que se alza sobre unos 260 metros sobre la ciudad de Salta. Una vez allí el espectáculo es rico en paisajes y perspectivas.
En la cima, la arquitectura armoniza con el paisaje y la abundante vegetación. Las terrazas y balcones del complejo construidas con las piedras del cerro regalan maravillosas panorámicas.
Desde allí podemos observar los caminos a Cafayate y a Campo Quijano, el estadio Mundialista y las afueras de la ciudad. Las cúpulas de las iglesias, La Merced, San Francisco, San Alfonso y La Catedral Basílica de Salta y los edificios que la rodean.